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lunes, mayo 10, 2010

Todos los días escucho un poco los noticieros y constantemente las noticias no son buenas, siempre hay algo de funcionarios corruptos, de policías que colaboraban con los delincuentes y de gente inocente que sin deberla ni temerla acaba de victimas de la inseguridad. La situación se agrava día a día y algunos quieren hacer caso omiso a lo que ahora es un México peligroso; simplemente pienso que eso no me afecta.

Pienso que la gente de las costas del Pacífico ya entendió la consecuencia de la inseguridad en Guerrero, Sinaloa y Jalisco, sobre todo los que se dedican al tema turístico. El próximo año ningún crucero hará escala durante sus travesías por las costas del pacífico mexicano, por lo que muchos trabajadores cuya labor gira alrededor de los puertos se verán afectados, probablemente sin empleo.

Vivo en un lugar donde el motor principal es el turismo, si los visitantes deciden no visitar este lugar de México comenzará un problema grave, si no mal recuerdo con la influenza vivimos un momento muy difícil mucho peor que después de los huracanes. La gran infraestructura para turistas que tenemos se puede volver un elefante blanco en poco tiempo. En serio, no exagero; si un turista que está por decidir sus vacaciones observa un noticiero mexicano lo más seguro es que cambie su destino. No importa lo económico (léase “barato”) que sea, nadie quiere ir a un lugar lleno de problemas.

Es imperativo que hagamos algo por cuidar nuestra ciudad, por que ahí es donde vivimos; es como el cuarto de tu casa: ¿te gustaría que estuviera lleno de cucarachas y oliera a estiércol?, por supuesto que no; por eso lo mantienes limpio y decoroso, ¡por que ahí vives!

Obviamente la pregunta que nos hacemos es: ¿y yo que puedo hacer?, pues muy fácil: ¡Cambiar de actitud!; desde lo más sencillo, no tirando basura en la calle sino depositándola en un bote; respetando los lugares de estacionamiento de gente con discapacidad; ayudando a una persona que se tropezó a media calle; lo mas sencillo: compartir una sonrisa con la gente en la calle.

Porque en un lugar donde el respeto a los demás prevalece la armonía reina, es común que veamos a una persona tirar la basura en la calle, pues con toda la calma del mundo la podemos levantar y sin ser groseros hacerle ver a esa persona que esta haciendo las cosas mal. Si, en el camino encontraremos individuos muy negativos y poco agradables, pero no importa si tu cambias ellos cambiaran; y si no cambian el mismo entorno los mantendrá alejado de ti.

Es probable que cuando lean esto piensen que me leí un libro de Carlos Cuauhtemoc Sánchez o estoy a punto de cambiar de creencia religiosa, pero no. Estoy convencido que debo comenzar un cambio para hacer mas agradable el lugar donde vivo, donde escogí vivir y donde quiero que mi legado quede; y aunque muchos piensen que esto es una acto hipócrita por que sigo siendo la persona que comenté algunas faltas, deben entender que no puedo cambiar al sistema en un día. No soy “monedita de oro” pero si he llegado a la conclusión que el cambio es posible y que debe empezar por uno mismo.

Un día me propuse dejar de fumar y lo logré, sin parches ni tratamientos, no fue fácil y me costó trabajo pero simplemente utilice lo más elemental que tenemos: la fuerza de voluntad.

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