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miércoles, enero 28, 2009


Una película que quizás me hubiera más gustado vivir que simplemente ver: El argentino, parte uno, ya que la versión original se dividió en dos partes.

Uno se forma ideas a lo largo de los años, algunas se van perdiendo pero algunas perduran a través de los años, así me sucedió con la vida de Ernesto Guevara, al que todos conocemos como “El Che”. Un argentino que transformó la historia de mediados del siglo pasado y dejó un icono imborrable de la idea de revolución.
Asistí un lunes por la noche al cine para ver la cinta, he visto varias películas y documentales en torno a su vida además de leer un par de sus biografías; lo que me obligaba a ver esta producción de dirigida por Steven Soderbergh, nominado para “Palma de Oro” en el festival de Cannes 2008.

Escuché algunas críticas acerca del los actores principalmente enfocadas a los “acentos” del lenguaje. Benicio del Toro, es quien personifica al Che, desde mi óptica de una manera correcta, no solo en su parecido físico, sino también en interpretación; lo que si se nota es que le cuesta trabajar el acento, pero con el marco de la selva y su imagen, termina pasando desapercibido, todo esto lo hizo acreedor al premio de mejor actor en el festival de Cannes 2008. Demian Bichir hace lo propio con el papel de “Fidel”, muy bien caracterizado, muy bien estudiado el lenguaje del dictador cubano, no solo en el acento, sino también en el ritmo y el estilo (para los que hayan escuchado alguno de sus discursos después del triunfo de la revolución sabrán a que me refiero). Quisiera ir uno por uno en el análisis de los actores-personajes pero prefiero resumirlo en una felicitación colectiva, ya que son muy buenos.


Las locaciones en Puerto Rico, Nueva York y Campeche te llevan a la Cuba de Batista trasladando de tu butaca al centro de la Sierra Maestra, a pesar de un par de errores inocentes como la aparición de un logotipo de “Banorte” en una escena durante el combate en la ciudad.


Prefiero quedarme con la imagen del Che que adquirí en los libros (es particular el de Pablo Ignacio Taibo II), a la que se muestra en la película; por que a pesar de la excelente labor histórica y biográfica, algunos detalles del filme quedan retirados de los libros.


Como crítica personal solo me resta decir que es una película la cuál nos permite conocer la vida de un personaje trascendental en la historia del siglo XX, en momentos es un poco lento el ritmo de la cinta que logra ilustrar el pensamiento de este personaje argentino nacionalizado cubano con escenas llenas de frases celebres: “la nuestra es una lucha a muerte”, “un pueblo que no sabe leer y escribir, es un pueblo fácil de engañar”.

Es posible que no sea del agrado de muchos pero para los que tenemos algo de revolucionario resulta una buena forma de recordar al icono revolucionario mas importante de los últimos 50 años.

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