:::: MENU ::::

sábado, abril 15, 2017

Me mandó a llamar a su oficina, un sábado. Estaba terminando una producción cuando su asistente tocó a la puerta de mi studio, me pidió amablemente que lo acompañara a las oficinas de Siesa Visión, que era algo importante. En menos de 20 minutos estaba sentado frente a él, un tipo agradable a simple vista. Me preguntó acerca de unas cotizaciones que le habían enviado para convertir el sistema de su hotel compatible con los motores de búsquedas de internet y así poder vender habitaciones en Cozumel en linea. La plática del tema fue muy breve, entonces comenzó la de los aviones, no me importó la duración, era tan claro y detallista que la disfruté mucho. La aviación acrobática era un tema que le apasionaba, cada vez que lo volví a ver me contaba algo nuevo de sus aviones.

En el tema de telecomunicaciones era un diestro, su proyecto de Siesa Visión es una historia digna de un guión cinematográfico. Empezó en su casa compartiendo la señal de su videocasetera con los vecinos, de ahí hasta tener la compañía de televisión por cable más importante del sureste de México. Cada vez que coincidíamos, le preguntaba acerca de su empresa; con una extraña mezcla de modestia y orgullo me complementaba la narración agregando detalles chistosos.

Empezó en una casa en la supermanzana 24 y terminó con oficinas y studios en los tres estados de las península, pionero de la televisión en un estilo único y adelantado a su época; junto con su equipo de colaboradores realizó más transmisiones que las televisoras abiertas. Increíble pero cierto, hacía transmisiones vía satélite desde su unidad móvil montada en un autobús de pasajeros de la década de ’80; la cual él construyo con sus propias manos. Hizo más de lo que cualquiera hubiera soñado.

El resto de la historia del Ing. Toledo me la fueron contando gente que lo conocía, que lo llamaban “Papá Toledo", algunos habían laborado con él, otros eran sus vecinos, amigos de sus hijos. Eran como piezas de rompecabezas que encajaban perfectamente, siempre anécdotas de un hombre trabajador, visionario y emprendedor. Un empresario reconocido por ser siempre amable y jovial; que siempre volaba a Cozumel en su avioneta.

Sin duda, muchos lo vamos a extrañar; lo más importante, deja un legado importante en la comunicación; un ejemplo de alguien que con trabajo cumplió sus sueños y con entusiasmo siguió su pasión hasta el último momento. El Capitán Eduardo Toledo Parra falleció en Cancún el viernes 14 de abril a las 19:15 hrs. haciendo acrobacias en su avioneta.

0 comentarios: